El rompecabezas de los créditos del guión de X-Men: First Class

En un corto comunicado, Deadline da a conocer que la disputa por los créditos de X-Men: First Class han terminado. Sin embargo, aquella primicia ha dejado a más de alguien perdido que desconocía un enredo digno de telenovela respecto al guión de la precuela mutante y que aquí en SDM ya se había tanteado, en torno al considerable número de manos que metió de su cosecha para generar lo que será la película dirigida por Matthew Vaughn.

El resumen de esta historia para llorar, y si no se aburren, es la siguiente:

A mediados de 2004, David Benioff fue llamado para concretar el guión del spin-off de Wolverine mientras Sheldon Turner hacia lo propio con el villano favorito de la franquicia: Magneto. Tres años después, David Goyer se unió al combo para concretar Magneto en abril de 2007 y someramente le metió la mano al trabajo de Turner, quien aspiraba contar la historia de los orígenes de Magneto como sobreviviente de la guerra y amigo íntimo del Profesor Charles Xavier. ¿Les suena aquello familiar?.

Cuando todo estaba listo para contratar a los actores y seguir con el proyecto Magneto, 20th Century Fox quiso esperar para que X-Men Origins: Wolverine tomase forma, con el objetivo de poder contratar a Hugh Jackman, dado que su personaje era un héroe más rentable que el de Magneto. Mientras rondaban ideas de crear un híbrido, Josh Shwartz fue contratado a fines de 2008 para escribir un guión con la premisa de «La Primera Clase«, que derivó en 2009 con Bryan Singer como director la película. Shwartz dio un paso al costado dándole cabida al guión complementario de Jamie Moss, que en últimas fue reescrito por Ashley Miller y Zack Stentz. Al final, Singer se quedó como productor, dejando el camino libre para Matthew Vaughn, que venía acompañado de su inseparable m.i.l.f. de labores de escritura, Jane Goldman.

Para terminar este vendaval de nombres de un guión más manoseado y más acuñado que el peso del salchichonio, la dichosa disputa era sobre quién diablos debía aparecer en los créditos finales de la hasta ahora prometedora primera clase. Todo concluyó con la decisión de un comité de arbitraje de la Sociedad de Guionistas de América, que determinó de forma salomónica que el crédito por la historia corresponde a Sheldon Turner y Bryan Singer, mientras el crédito guión es de Ashley Miller y Zack Stentz por un lado, y de Matthew Vaughn y Jane Goldman por el otro.

En fin. Habrá que esperar la disputa de quienes se hacen los tontos con la mención de sus nombres en el proyecto, si esta propuesta termina siendo otra peste más.