Desolador. Un golpe directo al corazón. Eso es Saga #42, el cómic que marca el cierre del arco «The War for Phang» y que demuestra que la travesía hasta este punto, no nos había preparado para un remezón tan grande como el que concretan Brian K. Vaughan y Fiona Staples en este número.

En medio de la examinación de los personajes, y la revisión del concepto de lo que es el mal para una familia en constante persecución, y que debe hacer lo que tiene que hacer para sobrevivir, este número en definitiva es testamento del talento de Vaughan a la hora justificar lo injustificable, a la hora de hacernos a nosotros, sus lectores, partícipes de una historia que por muy dura que sea, responde a la evolución justificada de la historia.

Hace mucho tiempo que un cómic no me dejaba marcando ocupado y este número, con su negra conclusión de ocho páginas, no hace sino elevar el cierre de un arco argumental que fue de menos a más, presentando un conflicto en un comete, el rescate de civiles tipo suricatas que viven en ruinas, varias muertes, la violencia habitual y la pérdida de un personaje muy importante para Hazel.

Pero el cierre de este arco, este número en particular, en donde el feto espacial irradia una sustancia negra que lo consume todo, especialmente la vida de aquellos que creen poder seguir viviendo en un mundo perdido, concluye con un secuencia desoladora que no voy a spoilear.

Si van atrasados en Saga, ya sea porque lo siguen en tomos o porque no están al día, les recomiendo leer esta serie, que sigue entre lo mejor del cómic de Estados Unidos y entró en una fase crucial ahora que la pérdida radica en más que el mero rumbo en su travesía espacial.

Saga es la crónica de una familia que sufre, pero que también batalla por el amor que cada uno siente, en un universo en donde la única constante es la muerte.

Todos están destinados a perder, a dejar ir, a no tener una despedida o inclusive olvidar, pero el camino, la ruta de Alana, Marko y Hazel, elevan la idea de que aún con todo el dolor, con el abismo negro que los rodea, la esperanza, el amor a cuenta gotas, es algo que vale la pena. Por mucho que la perdida sea inevitable.

Lean Saga, háganse un bien.

3 pensamientos

  1. Demasiadas cosas en este número para procesar en esas ultimas paginas negras. Esta serie se sostendría sola con la escritura maestra de BKV, pero siento que el arte de Fiona Staples le da una vida que pocas veces encuentro en un cómic.

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