La fuerza de la naturaleza. Problemas con los actores. Problemas financieros. Esas han sido las principales barreras que ha tenido que enfrentar The Man Who Killed Don Quixote, la película de Terry Gilliam que ha estado estancada en el infierno del desarrollo durante los últimos 16 años.

Primer la iba a concretar con Johnny Depp y Jean Rochefort, solo para que una inundación y una lesión del actor francés diesen pie al descalabro total de la producción a comienzos de la década pasada. Luego, sucesivos intentos, y cambios de casting, hicieron desfilar al borde del abismo a una película que simplemente parece no poder concretarse.

Y ahora, en la antesala de la producción, cuando la película supuestamente tenía que iniciar sus filmaciones esta semana, nuevos problemas financieros han retrasado el inicio del trabajo en sets.

«Supuestamente debía comenzar las filmaciones este lunes, pero se ha retrasado un poco. Tenía a este productor portugés que dijo que tendría todo el dinero a tiempo, pero hace un par de semanas, demostró que no lo tenía. Pero estamos avanzando. No esta muerta. Yo moriré antes de que esta película esté muerta», dijo Gilliam a BBC Radio.

La película, que aborda cómo un publicista se ve transportado a un entorno de la clásica historia de Miguel de Cervantes, sería protagonizada ahora por Adam Driver y Michael Palin, a partir de un presupuesto de 18 millones de dólares. Claro, si es que finalmente logran concretarlo.

2 pensamientos

  1. Man.a esta altura ya creo que es mejor que no la haga.Me late que se ha convertido en uno de esos casos en donde el problema a resolver lo mantiene vivo,y que cuando se resuelva,el tipo estire la pata.

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