Si tuviese que definir en una palabra a The Neon Demon, lo único que se me viene a la mente es porcelana. No solo en términos de su historia, ya que su premisa centrada en el modelaje aborda precisamente un mundo de apariencias y personas vacías obsesionadas con consumir belleza, sino que también por la fragilidad de su propuesta, que es probablemente la menos consistente de su director Nicolas Winding Refn.
Bajo el paraguas de un thriller de terror psicológico, The Neon Demon es la historia de una bella menor de edad cuyos deseos de reconocimiento, y de exprimir su único talento, la llevan a adentrarse en un mundo de personas despiadadas que viven por y para la apariencia. Seres tóxicos que van engullendo todo aquello que le es ajeno y corrompible, como la inocencia o lo casto.
De ahí que en este mundo de muñecas acechadas por monstruos que solo tienen un atractivo físico, y de triángulos que traen a colación a la vagina, son los deseos sexuales los que terminan marcando a una película que sigue la dinámica de impresionarnos y disgustarnos con sus imágenes. Algo que no es menor, ya que The Neon Demon está tan bien filmada como cualquier otra producción del director danés.
Pero a la hora de instalar una vorágine para destartalar al personaje principal interpretado por Elle Fanning, The Neon Demon no logra el respiro necesario para alejarse de aquel esquema peligroso en el que una cautivadora idea, que avanza jugándosela por saciar un hambre por lo femenino, se instala como una experiencia incompleta.
De ahí que tomando como eje a la inocente Jesse (Fanning), esta historia sobre modelaje que realmente no es sobre modelaje, aborda el viaje de una niña de 16 años, lo que de por si es una bandera que perturba. Ella es una adolescente que busca su lugar y que comienza a caer en el agujero del conejo a partir de una mentira, ya que su agencia de modelos le exige ocultar su edad para avanzar en este entorno de carreras desechables.
El gran problema de Jesse es que su figura, y por sobre todo su esencia, representa algo inusual, algo que ya no existe en Los Angeles. Una belleza pura que despierta celos y bajos deseos, especialmente de su nueva amigas vacía, una maquilladora depredadora interpretada por Jena Malone. Pero también por el gerente del hotel en el que se hospeda: un tipo agresivo, interpretado por Keanu Reeves, que representa toda la masculinidad que no la ha desvirgado, la amenaza de la violación.
En ese esquema, Jesse está destinada a ser corrompida, a caer en el juego de las narcisistas modelos veteranas (Bella Heatcote y Abbey Lee) que sienten que su tiempo se esta extinguiendo, para en última instancia caer por abrazar el lado oscuro de todas aquellas palabras, miradas y fijaciones sobre lo que representa su castidad.
Pero mientras la visión artística de Winding Refn va directamente relacionada al enganche entre la composición de su diseño de producción y la seductora música original de Cliff Martínez, en lo que es probablemente el punto más alto de su propuesta, el problema de The Neon Demon es que no tiene mucho más que ofrecer que un viaje al vacío, una caída inexorable y predecible hacia un agujero que engulle toda luz de la inocencia de Jesse.
Aunque quizás ese es su objetivo, entregar la sensación de desamparo hacia lo superficial, ni la historia ni sus dosis de surrealismo logran generar una dinámica que cuaje, lo que tampoco sorprende al considerar los fuertes nexos de inspiración hacia el cine de terror italiano.
Tal como en Suspiria, aquí hay más forma que fondo. Pero a diferencia de ese clásico, y eso es lo importante, aquí no hay suficiente seducción para evitar que la porcelana se resquebraje antes de tiempo. Y lamento que eso termine marcando a esta película, que sí cuenta con un par de las secuencias más perturbadoras del año.
Aun tengo pendiente Drive, y solo habia visto la tremenda Bronson, de Winding refsffsfsfasfn para cachar las habilidades del wn con una camara, asi que fui por esta rapidamente, y quede con una sensacion similar a la de vuestra Malignidad. es un tremendo ejercicio de estilo, con muy poco fondo. Pero de alguna forma, algo tiene que no me dejo sacar los ojos de la pantalla aun en esa eterna primera hora de metraje.
Por que es justamente luego de ese «trip» que la Elle Fanning se pega en la pasarela donde la pelicula de verdad se desata, y convierte en la locura que debio ser desde un inicio.
Aun no entiendo las comparaciones con Suspiria, mas alla de que ambas tengan una foto de otro planeta. La de Argento, pese a que la amo con locura, tiene el gran defecto de que parte MUY ARRIBA (es casi imposible igualar el impacto que provoca ese primer asesinato a minutos de empezada la pelicula) y se va desinflando de a poco. Esta hace el ejercicio a la inversa. se da todo el tiempo del mundo en ponernos en el contexto, y empieza un lento In Crescendo para dejarte con el medio WTF al final.
Mi comparación fue solo por tener secuencias que por si solas están bien, y visualmente te cautivan, pero que en el contexto mayor no tienen mayor incidencia. O por el hecho de que esto es tanto sobre el modelaje como que Suspiria es sobre el ballet.
La historia es cualquiera, pero visualmente es un deleite y por eso merece ser vista.
La vi el sábado pasado y termine enojado wn, no me gusto Only Gods Forgives pero Refn tiene tantas pelis pulentas que de verdad le tenia fe a Neon Demon y me decepciono en todo sentido.
Tal como las protagonistas, la película es bella por fuera pero podrida, lo que mas me molesto fue que cuando Refn intenta tratar temas interesantes, prácticamente te los chanta en la cabeza con un palo con la foto de Refn en la punta, es así pretencioso en el mal sentido. Ni siquiera esas escenas perturbadoras me produjeron algo mas allá de rodar los ojos con cara de meme de profesor Rosa, para la wea po Refn.
Es surrealista y se nota la mano del director que también es bien estético en sus propuestas y le da ese toque violento en algunas escenas, en lo personal me gustó más la actuación de Jena Malone que de Elle Fanning. Recomiendo ver otra que trata el tema de manera mucho más cruda y ralista: The Model (Dinamarca).
Y pensar que todos veían a Dakota fanning como la Promesa del cine y al final fue su hermana quién la alcanzó con un pedazo de filmografía.
Quizás esa es la intención, dejarnos esa sensación de vació, de poca esencia, poco fondo después de ver una película visualmente demasiado hermosa. Creo que «The Neon Demon» es una de esas películas que son más para sentir que para analizar -ya sea intencionalmente o por pifias de guion o dirección.
Hace poco una amiga me pregunto por esta película y no alcancé a decirle si me había gustado o no, solo pude decirle que no la viera en uno de esos días en los que el espíritu anda bajo.