El evento callejero de Marvel Comics a cargo de Andy Diggle puede ser definido con una sola frase: oportunidad desperdiciada. Recuerdo el mes de abril, cuando fue anunciado Shadowland durante el C2E2 (Chicago Comic & Entertainment Expo) y las expectativas estaban por lo alto: los vigilantes tendrían su propio evento y sería Daredevil la cabeza de la historia. El número y tipo de personajes relacionados daban para ser explotados de mil formas, el escenario permitiría explorar un terreno olvidado por las antiguas miniseries cambia status-quo y por último, todo se asentaba de buena forma al ser anunciados varios tie-ins dispuestos a rescatar personajes olvidados. Pero al final, todo se quedaría en expectativas para solo presenciar un espectáculo de mediocridad colectiva.
El primer número de la miniserie puede pasar fácilmente como parte de la serie regular de Daredevil y podría haber funcionado correctamente como un #0. Aun así contiene uno de los pocos aspectos rescatables del evento, y no por su narrativa, su dibujo o que fuese una “sorpresa” (algo que los mismo teasers del evento se encargaron de arruinar). Esto es: la muerte de Bullseye. En el mundo de los comics, morir es un aspecto fácilmente reversible y constantemente usado, pero la clara diferencia está en el concepto aquí utilizado: un héroe mata a su némesis. Para ese momento de la historia aun no podían dañar el argumento echándole la culpa al estado “poseído” de Matt. Fue un primer paso para definir el cambio del personaje al “lado oscuro”, algo que se valió de una clara y bien lograda referencia al clásico Daredevil#181: la mítica muerte de Elektra.
El evento dejaría ver su verdadera forma luego del segundo número. De ese momento en adelante, todo podría ser definido como: ataque – retirada – último ataque. Esa es toda la estructura de la historia, tan o más mediocre de lo que suena pues ningún personaje tendría un desarrollo correcto y eso es incluyendo al propio Matt Murdock. El mismo Daredevil está ausente en su historia, ya que en cambio tendríamos un estereotipo mediocre de villano que funcionaria a punta de discursos y acciones obvias. Existen dos participantes en particular que se desperdician en la historia: Wolverine y Punisher. El primero es introducido con una pobre excusa, y solo se suma a las múltiples y omnipresentes apariciones del personaje en el universo Marvel, sin nada que rescatar y funcionando solo en pro de inflar un reparto sin explotar. Frank Castle, por su parte, se encasilla en lo más corriente del personaje.
Tie ins como el de Spider-Man o Daughters of the Shadow debieron ser reemplazados por una historia de Punisher, solo para no hacer sentir que uno de los principales exponentes del mundo de los vigilantes, se desperdiciaba tan descaradamente. Sin embargo, Ghost Rider es el único personaje que logra integrarse de forma correcta a la historia, en la cual su mitología es mezclada con “La Mano” y funciona como un puente entre varios de los bandos participantes en el Evento. Su aparición no se siente como un relleno, todo lo contrario, cada ves que llena las viñetas, trae consigo un objetivo claro para participar en el número.
Algo que llenó el evento fueron los diálogos tipo “Daredevil es malo, pero es nuestro amigo, ¿Qué haremos?”. La eterna duda moral se encargó de inundar viñeta tras viñeta de cada número, sin encontrar una escena en que fuese rescatable mas allá de un intento de reflexión. Para el momento en que estos diálogos son suprimidos de la historia, solo quedarían 2 números para finalizar el evento. Entonces, ¿Qué se encargó de llenar el espacio de “cosa repetitivamente molesta”?. Ahí la respuesta es fácil: las peleas. Las dos escenas de batalla son prácticamente iguales. Hay que aclarar que llegan a tener buen ritmo, pero el dibujo de Billy Tan se encarga de bajar el nivel de la misma.
Este último se eleva definitivamente como una elección pobre para el evento, su tono es bastante corriente y no aporta nada a mejorar la narrativa, toda vez que sus trazos son totalmente alejados de un ambiente “oscuro”, algo que hubiese sido ideal para la historia. En el momento de imprimir dinamismo a las escenas de batalla, sus dibujos se encargan de deformar el diseño anatómico de los personajes, lo cual resalta más la mediocridad y poco trabajo en la ilustración del evento.
Si Shadowland es un campo de oportunidades perdidas, hay tres que no pueden ser olvidadas: Los Avengers, la “resurrección” de Bullseye y el plan de Kingpin. Las tres son promesas a desarrollar y que simplemente son desperdiciadas por la pereza de Andy Diggle a la hora de hacer compleja la historia. Mas allá de de la discusión en torno a lo rápido de traer a Bullseye de vuelta a la vida, el significado de esta acción se extiende a profundizar en el cambio de Matt Murdock, sus nuevos métodos y la nueva visión que estos encierran. En cuanto a Kingpin, sus apariciones se reducen a bluffear sobre su gran “plan” y que al final todo se trataba simplemente de “sentarse a esperar”. Ese es el mayor provecho que puede sacar Diggle de la mente criminal del enemigo número uno en las calles del universo Marvel.
Recordemos además que algunos teasers del evento traían una interesante frase: veríamos “el nacimiento del villano más grande del universo Marvel”. Desde el final de “Return of the King”, arco argumental que Ed Brubaker deja a Matt como nuevo regente de La Mano, se veía venir una transformación en la moral del personaje. Ese era el tema definitivo del evento. ¿Pero qué sucedió? Diggle no profundizó en ello y en cambio se fue por el lado facilista: Para explicar todas las acciones, revela que Matt Murdock estaba poseído por un demonio de nombre “The Beast”. Esa es toda la razón para justificar sus actos. Durante el volumen 2, Michael Bendis y Brubaker ofrecieron una visión profunda de Daredevil, a través de varios arcos argumentales que hicieron tambalear la forma en que el defensor de Hells Kitchen veía el mundo. Diggle es un retroceso total en ese campo, en el cual se encarga solo de simplificar.
El final del evento no deja de lado el tono de todos los números anteriores, con lo obvio como reinante. Foggy es la clave para la caída de Daredevil y su reino, por lo que se vale de plantear una duda facilista a través de diálogos previsibles y sin brillo. Todo esto nos conduce a una auto reflexión final de Murdock, que se va por caminos mal desarrollados a la hora de usar su relación con sus padres. En este punto, aparece uno de los pocos elementos bien logrados: el harakiri mental de Daredevil. Pocas líneas, pero correctas, acompañadas de uno de los únicos momentos en que los dibujos de Tan funcionan complementando la narrativa.
EL PAPEL DE LA SERIE REGULAR DE DAREDEVIL
Diggle tuvo dos arcos argumentales para introducir Shadowland en el título de Daredevil, en los cuales no llego a instaurar correctamente al defensor de Hells Kitchen como el nuevo regente de la mano. Por lo cual la serie regular tenía como objetivo profundizar en el aspecto psicológico de Matt Murdock y las reacciones de sus allegados. El primer número (Daredevil # 508) lo logra en sus primeras páginas, pero con el transcurso de las viñetas, llega a la primera pista de lo que seria revelado como la posesión demoniaca de Daredevil, y por lo tanto, la caída del concepto psicológico.
Los siguientes números solo se valdrían de repetitivos ataques al círculo cercano de Murdock y una notable baja en la importancia del título como pieza clave en complementar el evento. Algo curioso es el impedimento que tiene Diggle a la hora de ponerse de acuerdo con si mismo, para sincronizar los acontecimientos del títulos con los de la línea argumental principal. Los dibujos de Roberto De La Torre son lo único rescatable, y su estilo es el más adecuado para el evento, por lo que es una lástima que se pierda contando historias de poca relevancia.
TIE-INS
- Shadowland Daughters of the Shadow: El principal error de esta historia es tratar de explotar un personaje que no es interesante: Colleen Wing. Mientras que lo único que podía reforzar la historia era el grupo de asesinas “The Nail”. El primer número las introduce bien, con un trasfondo sólido, pero los siguientes números se encargarían de sepultarlas junto a la estructura narrativa de la historia. El último número es el más pobre de todos, se desordena y deja abierta la puerta sobre una secuela, algo que nadie esta interesado en leer. Escrito por Jason Henderson y dibujado por Iván Rodríguez.
- Shadowland Power Man: Solo se puede rescatar su primer número, en el cual aprovechan la primera situación a la que expuso Andy Diggle a Daredevil en “The List”. El edificio que es destruido por Bullseye se transforma en el lugar para el surgimiento de un nuevo héroe, que a pesar de estancarse en el estándar de súper héroe juvenil, no lo hace de una manera negativa. Lo que baja el nivel de la historia es la galería de personajes que interfieren: villanos totalmente ridículos, de los cuales el premio se lo lleva el demonio invocado por “La Mano” en el número final. Suman puntos positivos los diálogos en español. Escrito por Fred Van Lente y dibujado por Mahmud Asrar.
- Shadowland Blood on the Streets: el evento callejero estuvo falto de buenos dibujantes, pero este tie- in no sufre por los lápices, al contrario, tiene el tono exacto para contar una historia detectivesca. Un relato compartido por cuatro personajes: The Shoroud, Paladin, Silver Sable y Misty Knight, donde la última es la única indispensable, mientras el resto pudieron ser reemplazados por cualquier otro y el resultado habría sido el mismo. La historia pudo ser recortada en menos números y así lograr una mejor organización narrativa. La revelación final ayuda a dar un sentimiento que el relato tenía un objetivo desde el principio, y que este no se pierde entre tanta escena innecesaria. Escrito por Antony Johnston y dibujado por Wellinton Alves.
- Shadowland Moon Knight: La historia más alejada del evento callejero. Se usa como excusa la búsqueda de un “arma definitiva” para destruir a “The Beast”, pero al final el relato avanza en la historia propia de Moon Knight, algo que no es negativo, todo lo contrario, avivando el interés por el personaje de cara a su futura etapa a cargo de Michael Bendis y Alex Maleev. Escrito por Gregg Hurwitz y dibujado por Bong Dazo.
- Shadowland Spider-Man: Es solo una larga Escena en una azotea, no aporta nada a la historia, ni siquiera tiene una relación con la línea argumental principal que valga la pena para ser usada como excusa a la hora de escribir este comic. Escrito por Dan Slott y Dibujado por Paulo Siqueira.
- Shadowland Ghost Rider: Un comic justo. Quizás el mejor y más recomendable producto de Shadowland. Es la historia que mas ser relaciona con el evento y cumple con el verdadero objetivo de un tie-in: profundizar. El protagonista es el arte de Clayton Crain, que es capaz de subir el nivel de cualquier comic. Se encarga de escribirlo Rob Williams.
- Shadowland Elektra: Otro título que cumple su función como tie-in, el arte de Emma Rios funciona al acompañar la historia de Zeb Wells, quien demuestra conocer el personaje captando su esencia. El problema está en que gasta demasiadas páginas planteando el aspecto “caza recompensas” y se sacrifica el lugar para profundizar en la reacción de Elektra ante el asesinato de Bullseye a manos de Daredevil. Aun así las pocas palabras de Elektra relacionadas a ese acontecimiento logran convencer.
POST-SHADOWLAND
Aunque todavía falta por revisar el “After The Fall”, por ahora nos espera un gran cambio en la serie regular de Daredevil, un par de títulos nuevos, y una miniserie dedicada a saber que sucedió con Matt Murdock. Un tema, que ya ha sido ampliamente criticado aquí es el tema del nuevo defensor de Hells Ktichen: Black Panther. Sin duda, una elección sorpresiva y sin ninguna relación con el hombre sin miedo. La historia iniciará en Black Panther Man Without Fear #513 y será escrita por David Liss y dibujado por Francesco Francavilla. Los dos nuevos títulos que nacen son “Power man & Iron Fist” y “Heroes For Hire”. El primero es algo totalmente innecesario y que genera cero expectativas ante su lanzamiento. El segundo, que vio la luz esta semana, se instaura como un concepto interesante, que en su primer número ya da varias sorpresas y merece ser revisado.
La miniserie “Daredevil: Reborn” promete profundizar en un Matt Murdock que trata de lidiar con los acontecimientos de Shadowland. Pero aun así, y conociendo el trabajo que ha hecho Andy Diggle con el personajes, no podemos esperar mayor cosa y menos si el escritor ha demostrado no conocer suficiente al personaje para desarrollarlo de una forma correcta y convincente. Esa es la principal consecuencia del evento, por lo que solo restará que termine su etapa para que llegue un nuevo escritor y tengamos el necesario borrón y cuenta nueva que rápidamente deje atrás un evento definitivamente mediocre. Una lástima. Una gran oportunidad desperdiciada.
Buen analisis. Hasta ahora no habia querido leer esta saga pq respeto mucho a Matt y la verdad, ya con el teaser algo me dijo que esto no iba por buen camino. Asi que creo que pasare totalmente de Shadowland.
Lamentable, pero lamentablemente justificado por lo que viene haciendo marvel, su publico objetivo no son nosotros (los adultos jovenes XD) que buscamos historias mas profundas y conocer un lado de la psiquis de los personajes que no sean mamonerias adolecentes, lamentablemente es justo a los jovenes de ahora los que apunta marvel, cabros sin interes de calentarse la cabeza y que pasan todo el dia viendo Disney Chanel, escuchando musica mierdera y siguiendo a Crepusculo, basado en eso esto es justo y preciso lo que necesita ese grupo objetivo, lo lamento por nosotros, pero todavia tenemos a DC XD.
Gracias a los dioses por Vertigo Comics!
Faltó Image Comics
Vaya debio de ser duro analizar tu propia muerte….
La verdad esperaba mucho de este evento… pero cuando dijeron que estaba poseido ya todo se fue al carajo… vamos que un Heroe no puede ser villano si no es por la posesión de un demonio coof coof Wolverine coof coof
En fin asi es el mundo de Marvel….
No me sentí imparcial para analizar mi funeral.
La comparación más interesante que he escuchado es alguien que me dijo una vez: «Es como Hal Jordan transformándose en Parallax y en el mismo evento hubiese ocurrido Rebirth» Por supuesta, la comparación tiene sentido su Hal Jordan hubiese tenido todas las razones del mundo para transformarse en Parallax y DC solamente se dedicase a cagarlo más y más
Shame on you, Andy!
Ni modo pintaba para ser una buena historia,lo que me pregunto es ¿Acaso marvel piensa solucionar todas sus historia con Demonios? No se suponia que en marvel las cosas eran mas «Humanas»,por eso yo deje de leer los comics de marvel desde esa otra mierda solucionada con «demonios» llamada One More Day en fin almenos todavia nos queda algo de DC.
Bueno, concuerdo con Bulleye que lo mejorcito de este «evento» fueron los comics de Ghost Rider y de Elektra. La verdad fue decepcionante. Esperé mucho. Con la publicidad pre Shadownland nos mostraban ya a un Frank Castle nuevamente humano, y no la aberración que había hecho Morbius.
La historia siguió, pintó interesante con el primer número, el de Moonknight comenzó interesante y después se super alejo de la historia principal, y por último, se fue todo al carajo. Y para colmo, en el Daredevil 512 de esta semana ya vemos a Black Panther sin motivo alguno en Hell’s Kitchen >__>