Un par de días tarde, lo sé. Igual, aquí vamos de lleno a esta nueva apuesta que intenta agarrar un pedazo de la torta heroica que tantos dividendos a dado este año.
La semana del 4 de Julio hace rato que es la fecha escogida para estrenar todo lo que lleve la marca Will Smith, el príncipe del rap: sinónimo de taquilla. Quizás sea por su carisma, quizás porque tiene talento, quizás por otras razones de las que no es necesario ahondar. Pero bastante dice cuando alguien participa en proyectos que no tienen mucha gracia, pero igual son un éxito a la hora de cortar boletos. Y si bien a Smith ya lo aguante hace poco con sus «vampirozombies» de I’m Legend, ahora toca hacerlo cuando se viste con el spandex en Hancock.
No es secreto que estamos en el año de los superhéroes, donde todos quieren tener poderes para tratar de conseguir un trozo de la torta. Son el hit del momento. En ese escenario nos llega Hancock, la historia de un pedante heroico con problemas con la chupeta. Amo y señor de las competencias de rayuela corta, entre sus proezas se cuentan una infinidad de pericias que hacen más daño de lo que debería hacer en la convulsionada ciudad de Los Ángeles. A pesar que tiene una boquita dulce, inspira menos respeto que el Chapulín Colorado y toda la sociedad parece odiarlo, el tipo sigue preocupado de cumplir con las labores heroicas. En su estilo, claro está.
Todo cambia a partir del día que salva la vida de un bonachón relacionador público (Jason Bateman) quien inicia la cruzada de cambiar la imagen del ebrio superhéroe. Todo se complica, obviamente, cuando Hancock conoce a la esposa del tipo en cuestión: una mujer (Charlize Theron) que cualquiera querría empinarse. En su intento por mejorar su imagen, el tipo cuyo escudo es un botellón acepta pasar un par de días en la cárcel para que la sociedad lo extrañe cuando las tasas de crímenes comiencen a subir en su ausencia. El resto, se lo pueden imaginar.
Lo que sucede con Hancock es desde el momento en que tratan de cambiarle la imagen, la película pierde gracia. La historia funciona al presentar al superhéroe que no tiene respeto alguno por nada. Mientras hace las cosas a su pinta, la película logra momentos que se sustentan en gran parte por la participación de Will Smith. La traba es que la película nunca se decide por la historia que quiere contar.
De ese modo, sin un foco que guíe la historia, tenemos momentos en donde la película lleva la delantera como una película de acción de superhéroes (efectos visuales incluidos). Por otros, decae notablemente cuando quiere ser una comedia y mucho se huele de bodrios como «Mi Super Ex Novia«. Aun cuando la película se afirma cuando sube el tono de las tallas, el producto final termina al debe por culpa de tanta mezcla. Y siempre dicen cuando el copete está envuelto: no mezcles mucho que después quedas para la corneta.
Otro punto en contra de Hancock, es que no existe un villano real. Aunque tenemos una historia que pone en peligro la vida misma del indestructible superhéroe, nunca existe un enemigo de calibre que levante la película. Tenemos mafiosos y maleantes que nunca entienden nada. O sea, si tenemos a un hijo de su madre que destruye todo lo que se le cruza por delante y no tiene empacho en causar destrucción con sus poderes estilo Superman (solo le falta la visión calorífica), nadie en su sano juicio lo encararía. Yo no diría ni pío, ni tonto.
Obviamente, para sacar sonrisas aquí todos recurren a un gag sacado directamente de Volver al Futuro. Tedio mayor porque nadie en su sano juicio le diría gallina a Hancock («asshole» realmente en este caso). Pero nada de esto es tan puñetero a fin de cuentas, porque el verdadero problema es cuando el cambio de tono de la historia. Es en ese momento, en donde la mayoría de los que han disfrutado con las películas de superhéroes de este año, comienzan a sentir el síndrome de la decepción.
Con sus pros y contras, Hancock queda relegada como una película más. El problema es que estas son las que rápidamente se olvidan y las que después uno no se acuerda a menos que pille de suerte en DVD. La kriptonita termina siendo el guión que queda a medias y trata de vender más boletos suavizando con momentos realmente melosos. Una lástima.
5 Epic Win/ 4.5 Win / 4 Buena / 3.5 A la Segura
3 Aceptable / 2.5 Regular
2 En Riesgo / 1.5 Mala / 1 Fail / 0.5 Epic Fail
q lastima pintaba para mas…
que bueno el comentario… pienso lo mismo.
me cague de risa cuando trataba mal a la gente, pero cuando se hacia el buenito, le salia muy falso…
y lo de los gangsters que justo lo pillan en el peor momento es una gran chanteria…
igual seria genial lanzar por el aire al idiota que te diga nombres… xDD claro que no lo agarraria de vuelta… que se azote el craneo por imbecil xxDDD
Silla!
Esta buena, pero el origen no me gusto, y si pense luego de que se acerca a un tipo y le dice «dime imbecil otra ves…» en seguida se me vino la imagen de Martin de Volver al futuro diciendole eso a Bill, si bien recuerdo, y eso que vi las de Val Fututor muchas vece, en seguida me parecio robado.
Otra cosa, no me gusto mucho el traje de super, es muy malo, ubiera sido mejor un traje tipo el motoquero fantasma, sin lo pinchos, o tipo Blade, pero traje ajustado para un super revelde no queda bien, no le da aspecto de rudo.
Auque pese a todo espero continuacion con nuevo director, seria lo mejor, que hagan que cambie el traje, y que deje eso de imbecil, luego que respeten mas las leyes de la fisica, por que nunca se le rompe el traje por los balazos, solo se le rompieron los lentes.
Otra cosa que se me paso, vieron el final cuando Hancock esta en la cima del edificio y mira a un aguila, y cuando el aquila se lanza a volar, Hancock tambien lo hace, pues eso es sacado de «El cuervo» si recuerda el personaje se lanzaba del edicio junto con su ave.