Cuando fue anunciado que el parafernálico Roland Emmerich, director de 2012, se encargaría de la adaptación de los libros Fundación de Isaac Asimov, cualquier esperanza en torno al proyecto se esfumó. Se requería de tino y más visión personal, en vez de alguien con meras posibilidades de pirotecnia y destrucción masiva. Es por eso que tras la locura por Avatar, no sorprende que día a día sean anunciados proyectos que utilizan la tecnología de sacar cositas locas desde la pantalla. Y el siguiente paso en esa tendencia, también involucra el desarrollo de la captura de movimiento que posibilitó la creación de los Na’vi. Ambas serán utilizadas para la planeada trilogía, como aclara el director a MTV:

La tecnología de Avatar aplica a ‘Foundation’. Tiene que ser hecha completamente en CG, porque no sé cómo filmar esta cosa en la realidad.

Compadrito teutón, si no sabe el cómo… ¿Para qué mierda se mete en el proyecto?. ah, Ah…¡¿AH?!

El tema aquí es que el uso de efectos visuales digitales en la creación por captura de movimiento aquí queda en entredicho, pues el problema de toda adaptación de Fundación tiene que ver más con la historia, el guión. Pero aquí el centro y acento probablemente estará puesto en meter las explosiones que planea presentar el director de El Día de la Independencia.

Y es él quien revela el verdadero interés detrás de la utilización de esta tecnología:

No sólo es el efecto del 3-D. Avatar mostró que si haces una película en 3-D, puedes pedir por más dinero [en la entrada] y ese es el truco.

Más claro que el agua, pues eso piensan los ejecutivos de los estudios. En todo caso, no tengo problemas con el 3-D o la captura de movimiento. Pero sólo lo apoyo cuando es utilizado bajo parámetros creativos que validan su utilización desde el inicio de la producción, como indica este caso. Por eso también la conversión al 3-D en post-producción, como la que utilizará Clash of the Titans, me viene como patada a las gónadas. Y aunque aquí aplicarán modo Avatar, más importante es querer hincar el diente a ese poderoso caballero que es Don Dinero.