
En Nerdorama confirman una buena noticia. Paranormal Activity, la hypeada película de terror de la que ya hemos hablado en el pasado, llegará a las salas de cine de Chile el próximo 10 de diciembre. Es decir, podremos ver la versión oficial, en pantalla grande, como el maléfico manda, con la edición final y no el final que originalmente se planeó por allá por el 2007. Y eso es importante notar, porque más de alguno habrá visto la versión filtrada que pulula en la red, que está editada de esa forma, cree que «ya la vio» o que «el final da lo mismo».
El asunto es que aquí no voy a entrar a hablar de la motivación que existe al ver algo en dichas condiciones, porque como diría mi viejo «es huea de cada uno». Pero si me van a venir a dar un juicio por esa experiencia, señalando que la película está sobredimensionada y «no da nada de miedo», mientras estás tirado en tu cama viendo la película sacándote pelusas del ombligo, les compro un ticket directo a la punta del cerro (para no mandarlos directo a echarse tanax). Esa onda.
Obvio que la película no lo hará, ni logrará ningún tipo de impacto. Y es que no hay que ser un genio para entender por qué se invalidan esa clase categóricos argumentos, tras ver uno de estos AVI en la comodidad de tu hogareño relajo. No me vengan con cuentos. Lo que uno ve en dichas versiones filtradas, por mucho que sea el mejor screener con aquél sonido que casi se escucha decentemente, no es más que una revisión que sirve para calmar el hambre de ver lo último de lo último.
Si te gusta o no, en ese nivel de experiencia filtrado y de cuestionable calidad, es una cosa. Pero entrar a emitir juicios de valor totales, es realmente chanta. Quizás no tanto como ver películas en versiones CAMllamperas, que son como leer un comic fotocopiado en papel higiénico, pero igual es chanta. Si les intentan vender esa clase de pomada, no compren.