Reseña | The Proposal

Señores del Salón del Mal, no se asusten porque vayamos a reseñar un Chick Flick. Hay veces en que no nos queda otra que aceptar que por el cine pasan este tipo de películas, y que – sí, es cierto -algunas personas tienen un interés real por experimentarlas. Entonces, dado que alguno de ustedes puede llegar a tener la intención de ir a verla – llevar a la polola, mamá, abuelita, hermana chica – entonces el Dr. Malo me mandó a verla… actúa Sandra Bullock, ¿sabían?

Y no es que yo crea, como muchos, que Sandra Bullock no sabe actuar. En mi humilde opinión ella nunca ha intentado hacer otro tipo de película así que en realidad no sabemos si es que actúa o no. Lo único que sí podemos decir, con toda seguridad, es que la mujer sabe hacer reír, se maneja en la comedia como «Pedro por su casa» y sus películas siempre van a ser un éxito (siempre son un éxito de taquilla, por si no lo sabían). Más aún en este caso, donde interpreta a una canadiense erradicada en USA, 100% exitosa en su trabajo como editora en jefe (mandona, sádica, sin corazón al mejor estilo El Diablo se viste a la Moda) y que es procesada por inmigración, por lo que debe volver a su país de origen para poder reingresar a USA un año después, dejando pausado su trabajo. OBVIAMENTE, Sandra B. no quiere dejar su pega  -no tiene corazón, recuerden -y entonces ahí es cuando entra Ryan Renolds a la trama y empieza la película.

Reinolds interpreta al asistente de Bullock, un joven literato que lleva más de 3 años bajo el mandato de «La Amante del Diablo», como le dice de cariño, y que conspira con sus compañeros de trabajo para mantenerse alejado de ella siendo lo más efectivo en su pega posible. Le tiene miedo, le tiene pica, pero sigue trabajando en ese puesto porque quiere llegar a ser Editor, y ella es la mejor vía para lograr su cometido.

En resumen, el tipo es empeñoso, y eso siempre es bueno cuando trabajas para el Demonio. El problema empieza cuando ella lo obliga a que se casen. Sí, como leen (se llama The Proposal, DUH) ella le propone matrimonio para poder legalizar sus papeles en Estados Unidos y así no tener que hacer la estadía de un año en Canadá. Él – lógico – no acepta en un principio, sino hasta que ella le ofrece millones de beneficios en la pega, ascensos, publicaciones, etc, y entonces el dice que bueno, bueno ya, nos casamos y nos divorciamos rápido.

Pero la cosa no es tan sencilla: el departamento de inmigración gringo, para protegerse de estos fraudes, hace miles de pruebas a los novios, les hacen preguntas para ver cuánto se conocen, si es que de verdad se aman como para casarse. Y como ellos en realidad se odian – él la odia, ella sólo lo desprecia – tienen que sacarse los interrogatorios, alegando que ese fin de semana se irán al cumpleaños de la abuelita de Renolds, que cumple 90 años, y lo celebrará en la casa de la familia de él…. que vive en Alaska.

Y ahí todo se va disparado hacia el final. Se van para allá, al fin del mundo donde Sarah Palin, y nada, se involucran en una serie de situaciones ridículas, algunas pueblerinas, otras familiares, la mayoría de incomodidad entre ellos, ya que tienen que fingir que se aman apasionadamente y se van a casar.

Tengo que decir, en defensa de esta película, que me hizo harto reír. Es chistosa, tiene secuencias divertidas y sus protagonistas son dos buenos comediantes – ¿ya lo dije no? Sandra Bullock y Ryan Reynolds – pero en general no tiene nada mucho. Como chick flick es pasable, dos horas que se pasan rápido, pero que podrían haber sido mucho mejor empleadas.

Las situaciones en que se ven involucradas a veces son muy obvias, y los resultados tanto más que a veces da vergüenza ajena. Pero, ¿no son así todas estas películas?. Si tuviera que resaltar el punto más negativo de la película es que aprovechan muy mal a los personajes secundarios. Hay una familia entera de extraños pueblerinos tradicionalistas, una ex novia perfecta, un abogado psicópata y un perro, pero se puede prescindir de todos ellos puesto que el enamoramiento final de los personajes no tiene  nada que ver con la intervención de quiénes los rodean. De hecho, es un tanto extraño que terminen enamorados en 3 días, siendo que han convivido juntos durante 3 años.

Pero bueno, así son las películas para mujeres: quienes las hacen piensan que de verdad somos descerebradas. Es una buena opción para pasar el rato, ya que siendo igual de mala que G.I Joe, al menos no es TAN LARGA. Y hace reír, la mayoría de las veces.