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En una ceremonia hecha con el vuelto del pan (por lo pobretona, digo yo) la gran ganadora de la jornada fue No Country For Old Men. Aunque creo que es un excelente trabajo de los Hermanos Cohen, sobre todo en estructura, pero en la suma no terminó de convencerme. Además, mi favorita era There Will Be Blood. Una película épica, con un inicio glorioso, un transcurso no menos tortuoso y que sellaba su historia con soberbia Kubrickiana en su incomprendido final por los críticos (No me vengan a decir que no tenía nada que ver con el resto de la película).

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Lo mejor es que el maestro Daniel Day Lewis (quién  interpretaba al villanazo, codicioso, avaro y descorazonado Daniel Plainview) ganó la estatuilla a mejor actor. Otro merecido premio fue para la brutal interpretación «secundaria» en No Country de Javier Bardem, en el papel del cabeza de hongo de alma oscura putrefacta Anton «Sugar» Chigurh. Dos villanazos dignos de aplaudir.

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En fin, con bastantes premios esperados, no existió mucho espacio para las sorpresas… salvo una categoría para una bazofia absoluta: ¿A quién mierda se le ocurrió darle el premio de mejores efectos a la infumablemente fome La Brújula Dorada?.

La lista de ganadores a continuación: